La pureza en el diamante

La  graduación de la pureza en el diamante se obtiene a través de la identificación y el estudio de sus características internas. No sólo se trata de inclusiones, sino de falta de homogeneidad de diversos tipos, para las que la denominación “inclusión” no sería lo suficientemente amplia. Así, como características internas de un diamante, podemos encontrar tanto inclusiones de minerales extraños (por ejemplo, circón, hematites, granate, cuarzo…), como, y muy frecuentemente, encontraremos fisuras (por exfoliación, tensión o ruptura), o bien, en ocasiones, se trata de deshomogeneidades multiformes que se presentan como enturbamientos  con aspecto y formas de “nubes”, “nieblas”, “plumas”; estas últimas son grupos de inclusiones pequeñísimas finamente repartidas.

Diamantes absolutamente libres de inclusiones, podrían ser imaginados teóricamente; pero en la práctica no los hay. Este hecho se debe a que el crecimiento del cristal es un proceso, que sólo en rarísimos casos puede transcurrir sin perturbaciones e ininterrumpidamente. El que una inclusión pueda verse o no en un diamante depende del aumento de la lupa con que se observe.

La denominación “limpio” para un diamante (en inglés “internally flawless”) significa, según acuerdo internacional, que un especialista muy ejercitado no puede reconocer ninguna característica interna utilizando una lupa de 10 aumentos.

La graduación de la pureza del diamante no es ninguna ciencia, sino una técnica comercial que ha de servir, dentro de una ética , a las necesidades comerciales. No existe ningún aparato que nos permita determinar el grado de pureza objetivamente. Para graduar la pureza se ha de valorar la imagen que aparece al observar un diamante con una lupa de diez aumentos. No se trata de concretar una participación numérica de deshomogeneidades, inclusiones o características internas. En la graduación de pureza no se cuantifica sino que se clasifica si la inclusión:

Según la imagen que aparece, el profesional ejerce su propio juicio, su propia opinión, que nunca es absoluta ni objetiva. Por este motivo, un mismo diamante observado por diferentes gemólogos, puede obtener diferentes resultados en su graduación, pero un experto no utilizará las diferencias de opiniones como base para una disputa.

En el CIBJO (Confederación Internacional de la Joyería y Orfebrería de diamantes, perlas y piedras preciosas) se formula una definición para cada grado de pureza. Estas definiciones concuerdan internacionalmente.  La dificultad de tales definiciones estriba en que un gran número de fundamentos han de ser normalizados:


Denominación internacional Definición
Internally flawless (IF) Con diez aumentos no presenta características internas.
Very very small inclusions (VVS) Pocas inclusiones muy muy pequeñas, que son difíciles de reconocer, a diez aumentos.
Very small inclusions (VS) Algunas inclusiones muy pequeñas, utilizando diez aumentos.
Small inclusions (SI) Varias inclusiones pequeñas, que con diez aumentos son fácilmente reconocibles.
1st pique (P1) Inclusiones que, observadas con diez aumentos, son inmediatamente reconocibles pero no disminuyen la brillantez.
A simple vista, son difícilmente reconocibles.
2nd pique (P2) Mayores y/o numerosas inclusiones que disminuyen algo la brillantez. Fácilmente reconocibles a simple vista.
3rd pique (P3) Inclusiones gruesas y/o numerosas que disminuyen notablemente la brillantez. Fácilmente reconocibles a simple vista.

La graduación de la pureza sirve, por tanto, para determinar individualmente la rareza de un diamante. Sólo un 20% de la producción mundial de diamantes brutos son apropiados para gemas; el 80% es utilizado para fines industriales. De la totalidad de diamantes que se han considerado de calidad gema, sólo un 5% será considerado “internamente limpio”, lo que significa un 1% de toda la producción mundial. Éste es un grado de rareza extraordinariamente elevado y que explica suficientemente el precio tan elevado que adquieren los diamantes limpios.

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